La Peña Balsamaiso consiguió tres puntos de oro ante el Agoncillo que le sirven para respirar un tanto en la clasificación y afrontar con esperanza el último cuarto de liga. Los nuestros, con cuatro sensibles bajas por sanción tras el fatídico partido de Navarrete, comenzaron de tú a tú con los avioneros si bien estos últimos llevaban algo más el mando del encuentro pero sin llegadas. El Balsa salía a la contra y en una de esas (min. 24), una combinación entre Edu Martín y Héctor Pérez sirve para habilitar a Conde que, de excelente disparo cruzado alto y lejano la cuela por encima del adelantado portero del Agoncillo. Los blancos cogieron confianza y Héctor, por poco, estuvo a punto de aumentar el marcador. Descanso. El segundo tiempo comenzó con la misma tónica: el Agoncillo queriendo avanzar pero sin profundidad ni peligro y el Balsa saliendo a la contra rapidísimo a la mínima que podía. En el minuto 61, Edu Martín, el más listo y veterano, pugna cargando legalmente lo justo contra un defensor del Agoncillo que no puede pararlo y remata escorado sin que el guardameta Jose Mari pueda alcanzar la pelota. Gran gol de pundonor e inteligencia del 9 peñista. La alegría se convertía en fiesta cuando cinco minutos más tarde, de nuevo Ed Martín, recogía en la línea de tres cuartos, se iba por velocidad y picaba de forma genial, dando un efecto con el exterior de pie derecho por encima del meta del Agoncillo. El balón botaba cerca de la línea de gol haciendo un efecto hacia adentro y entraba despacio a las mallas acariciando el poste. Gol de auténtico crack. La afición, ávida de un triunfo que llevaba nueve jornadas esperando, se las prometía felices con el 3-0. Por fin se preveía un final de partido sin sobresaltos cuando, de pronto, en el minuto 81, Iván, metía al Agoncillo en el partido. El gol engranaba la maquinaria avionera y metía una marcha más para encerrar a los nuestros en su campo y cada vez más cerca de la puerta de Miguel, que sacaba un balón peligrosísimo e el 86. Y en el 89 llegaba el segundo del Agoncillo: Remate fuerte desde dentro del área, casi a bocajarro y el espectacular rechace de Miguel lo recoge Ache para fusilar la meta blanca. Aún dio tiempo para un pequeño susto más en un descuento interminable de cuatro minutos pero, felizmente, el colegiado –uno de los mejores arbitrajes (dejando jugar, sin aspavientos y sin tarjetas apenas) que se han visto en El Salvador esta temporada-, pitó el final.