En una temporada en la que el primer escalón fue el nuevo y dichoso portal del federado (¡qué veranito por favor!); en la que los peques de la casa aprendieron este deporte jugando; los que empezaron su andadura en fútbol 8 experimentaron la heladora aventura del invierno sin inmutarse; los que saltaron a fútbol 11 superaron con éxito la sensación de ser hormigas en la inmensidad del campo; los juveniles comprobaron en primera persona la exigencia de una competición ya de hombres; el Club como entidad enorgulleció con la vuelta de su Regional Preferente. Y todo ello, sujeto por el puntal de nuestro incansable ejército de entrenadores (los mejores).

Cuando todos creíamos tener firme el timón, incluso infantiles y cadetes ya luchaban cada fin de semana por el ascenso, apareció COVID19. Llegó como una bofetada que sacudió nuestra vida. La de TODOS.

Es ahora cuando empezamos a ver a nuestros ídolos deportivos con la misma fragilidad que podamos tener nosotros mismos, o nuestro vecino. Para COVID no hay fronteras, no hay colores, no hay status, no hay religión.

Aprovechemos el #yomequedoencasa para la reflexión, aprendamos a relativizar. Tomemos el confinamiento como una oportunidad de proximidad con los nuestros, de diálogo padres-hijos, de acercar posturas con adolescentes… Y que un día más, lo convirtamos en uno menos. Que sea el tiempo de descuento para volver, descuento para entrenar bajo la lluvia, para el madrugón del sábado y para todo lo que venga….que vendrá.

JUNTOS LO CONSEGUIREMOS.

¡AÚPA FAMILIA BALSAMAISO!